Alcaldía Municipal de Ipiales

Historia de Ipiales

Fecha de fundación:undefined de de No definido

Nombre del/los fundador (es):No definido

Reseña histórica:

La formación de la sociedad colombiana tiene una influencia bastante arraigada de la dominación española, que arrasó con la identidad aborigen: raza, cultura, región, lengua, etc., todo fue modificado y en esa simbiosis se va estructurando una nueva sociedad que no es ni representativa de los indígenas ni prolongación de la europea; la característica que señala el devenir de Colombia y sus regiones, en ese sentido, es el mestizaje.

Las poblaciones que habitaron este territorio no conforman una “Cultura Nariño”, en un sentido estricto, aquí, hubo diversidad de ellas: Pastos, Quillacingas, Abades, Tumacos, Aiwas, Sindaguas y otros ubicados en el territorio que hoy corresponde al sur del departamento de Nariño y norte de la provincia del Carchi; conlleva a la existencia de un nexo natural con el norte de la República del Ecuador, fortalecido por las actividades cotidianas de sus gentes, por lo que resulta difícil deslindar los dos países, en términos de coexistencia social.

En lo que atañe al municipio de Ipiales, “históricamente, tiene una ascendencia de la Cultura Pasto, la cual presenta una ubicación geográfica que comprende: desde la antigua población de Tuza (San Gabriel) en el Ecuador; los altiplanos de Túquerres, Ipiales, Tulcán y zonas aledañas a las elevaciones del Cumbal, Chiles y Colimba; la totalidad de los municipios de la ex Provincia de Obando, las poblaciones ubicadas en el curso medio del río “Pastarán” (Guáitara o Carchi) y, por el norte, hasta el municipio de Yacuanquer” . En este sentido, la integralidad cultural del territorio precisaría de denominarlo como el “Gran Territorio Pasto – Karanqui”.

La fundación de Ipiales es un tema que no ha encontrado una prueba documental que la torne demostrable, se han planteado varias versiones, entre ellas se tienen:

- No hubo una fundación española sino un desarrollo natural del asentamiento aborigen.

- “La primitiva población… estuvo en el sitio de Puenes… en 1585 ese núcleo fue traslado al sitio que hoy ocupa la ciudad, por los dominicos Andrés Moreno y Zúñiga y Diego de Bermúdez” mejoramiento estos personajes estaban asesionados por el Capitán y Juez Comisorio de Tierras, Diego de Benavides.

- Los padres Mercedarios, en su misión evangelizadora, trasladaron el poblado en el año 1594, enseñándoles el catecismo a los indios y adoctrinándolos en la fe.

- La fundación la hizo el español Juan de Caro, en el año 1615, debido al encuentro de un documento en donde le informa al Rey: “Dejo levantadas doce casas que forman el pueblo de Ipiales y en ellas a veintitrés moradores a quienes distribuyó tierras para sembrar y una ermita”.

- Autores e investigadores reconocidos presentan sus argumentos; Monseñor Justino Mejía y Mejía dice que “Hasta 1.580 no había visos de fundación española”; por su parte Jorge Luis Piedrahita dice: “La fundación de Ipiales se hizo varias veces, cada una con un nombre distinto y en distinto lugar. Pero siempre antes de 1.540 y por Pedro de Puelles” .

Existen otras versiones, que afirman que el fundador de Ipiales y de Túquerres fue Gonzalo Díaz de Pineda; otros que la atribuyen a Sebastián de Belacázar. La circunstancia de no conocerse con seguridad el fundador de la ciudad, constituye una exhortación a los inquietos y curiosos investigadores, a seguir escudriñando en nuestra historia, para aportar nuevos elementos que permitan conocer, con mayor certeza, el magno acervo cultural del territorio y la identificación de estrategias de vida que contribuyan a su identidad cultural, expresada no solamente en teorías y argumentos sino en prácticas cotidianas de producción, actitud, comportamiento y convivencia.

Los años que siguen a la fundación de Ipiales hasta llegar a la época de independencia de Colombia están signados por las decisiones de la corona española lo que significa la entronización de toda una cultura: desde la imposición de la lengua y religión hasta la implantación de sistemas productivos, las relaciones económico sociales que allí se presentan y la forma de gobernar el territorio.

La corona española no estableció una forma monárquica de gobierno en indias, pero si impuso una serie de medidas impositivas y se crearon para ello sus instituciones que se encargaron de cobrar los impuestos mediante el establecimiento de una Casa Recaudadora de impuestos; esta situación generó muchos conflictos que al madurar, en forma paulatina, conllevaron a la inconformidad y protesta del pueblo. Una de esas manifestaciones populares es la revuelta de los “Comuneros del Sur”, acaecida en Guaitarilla y Túquerres, donde los representantes del Rey, conocidos como los hermanos Clavijo, en realidad, se apellidaban Rodríguez Clavijo, el pueblo ipialeño, también expresó la inconformidad por los gravámenes al tabaco y aguardiente y, en revueltas populares .los empleados del virrey fueron ejecutados.

En la segunda mitad del siglo XVI se presenta una alta frecuencia en la fundación de ciudades que, en muchas ocasiones, significa la confrontación violenta entre el “blanco” (en realidad europeo) y el indio y en esa expansión de la conquista, la corona, pese a que se hable de un periodo de transición, se va fortaleciendo económicamente por la cantidad y variedad de productos (muchos de ellos no conocidos en Europa) y tributos que ingresan a sus arcas, sin que ello implique un crecimiento de su aparato productivo; España se torna de esa manera en un imperio netamente consumidor y dependiente de sus colonias americanas; a lo anterior se suma la confrontación bélica que éste país sostiene con otras naciones (principalmente Inglaterra) lo cual precisa de la implementación de nuevos tributos que generan un malestar colectivo en América.

La forma tan oprobiosa como se trata al indio, va diezmando tanto su cantidad como la productividad necesaria para mantener fuerte la corona; para ello se pregona la aparente protección del indígena “quien también es ser humano” pero más que eso para los europeos es una fuente de ingresos. Más adelante cuando la población indígena era tan ínfima frente a los recursos por explotar se debió importar al negro africano, como nueva alternativa de trabajo y como una forma de no perder ese privilegio económico.

La tendencia indiscriminada del mestizaje o mejor, de la usurpación de nuestra etnia, da origen a la proliferación de nuevos grupos raciales que se “desarrollan” bajo la sumisión española que a su vez tiene sus propios intereses imperiales. Es por eso que la génesis del proceso americano es deformada, es dependiente y es aberrante. La posterior hegemonía de los ingleses no hace otra cosa sino mantener el espectro social americano con otra versión de menor incidencia temporal y de menor influencia en nuestras costumbres y en la cotidianidad. Estas circunstancias y los procesos de independencia llevarían a España a su decadencia y a los países americanos a ser artífices de su propio desarrollo.

En términos de jurisdicción, luego de la presencia española, Ipiales perteneció, en el periodo del Virreinato a la Audiencia de Lima, institución creada en 1542; luego a la de Santa Fe, creada en 1549 y en 1563 a la Real Audiencia de Quito, desde esa época se va cimentando un estrecha relación de la población de Ipiales (y sus contornos) con el Ecuador. En 1717 con la Creación del Virreinato de la Nueva Granada esa territorialidad se fortalece y Popayán, Provincia a la cual pertenece Ipiales sigue manteniendo ese nexo con el vecino país ecuatoriano.

Las gestas populares que llevaron a la independencia tienen una amplia serie de sucesos que le brindan matices especiales a cada pueblo y región, a pesar de que la pretensión nacional era lograr la independencia de España, no todos los pueblos del sur compartieron ese objetivo; muchas vidas se perdieron en las confrontaciones internas que llevaron, finalmente, en 1810 (un primer referente temporal) a lograr la independencia. En 1819, a pesar de la versión generalizada de la existencia de la “Gran Colombia”, le realidad oficial es la creación de Colombia, con la presencia de la Nueva Granada (incluida a Panamá); Quito y Guayaquil y la capitanía de Venezuela; luego de la separación de Venezuela y Ecuador, Ipiales forma parte de Colombia pero sigue ligada: económica, cultural y socialmente al vecino país; inclusive, durante la primera mitad del siglo XX se presentaron confrontaciones populares, lideradas por caudillos famosos, para adherir o separar los pueblos del sur, porque se consideraba que la circunscripción debió darse de forma diferente.

La Constitución de 1832 elimina los departamentos y crea 19 provincias; el distrito de Ipiales pertenecía al cantón de Túquerres y eso le signa una importancia política y económica a esa población, porque era, además el paso obligado de mercancías y allí se ubicaba una Aduana; en 1840 se establece otro punto de control en Carlosama y la dinámica comercial, en consecuencia, no recaía en Ipiales. En 1858, se crea la Confederación Granadina que conlleva a un nuevo rol de las regiones; en 1859 se crea el Estado Soberano del Cauca, en cuya división política se crean 14 Provincias y 1 Territorio Nacional; en el actual departamento de Nariño se tienen: Pasto, Barbacoas y Túquerres, Ipiales era parroquia de aquella.

El año de 1863, es crucial para lo que será el futuro de Ipiales y la región. El egregio ciudadano, doctor Avelino Vela Coral, sustenta en el seno del poder legislativo del Estado Soberano del Cauca, la conformación de la Provincia de Obando, con su capital Ipiales, hecho que finalmente se plasmaría en la Ley 131 del 23 de octubre de 1.863. Inicialmente la municipalidad la conforman los Distritos Parroquiales de: Carlosama, Pupiales, Cumbal, Iles, Puerres, Males (Córdoba) e Ipiales y las aldeas de: Gualmatán, Potosí, Puerres y Pastás (Aldana); en 1.871, ingresa Guachucal y ya se reconocía también como aldea a Contadero (Putis).

Aunque la Provincia de Obando pierde su vigencia jurídica con la separación de los municipios del distrito capital de Ipiales, hecho producido en 1881, confirmada con la expedición de la Constitución centralista de 1886, en la práctica, los pueblos que conformaron esa unidad territorial, siguieron manteniendo ese nexo ancestral, expresado en intercambio cultural, social, comercial etc., que le otorgan una identidad y especificidad. En 1881, el puente de “Rumichaca”, adquiere notoriedad y relevancia por la ubicación de la Aduana. Las relaciones comerciales entre Colombia y Ecuador, se sustentaba en la producción favorable de cada país, muy ligada a la oferta agropecuaria. Hoy como ayer los habitantes de la región sustentan sus ingresos y satisfacen sus necesidades de vida, principalmente mediante el desarrollo productivo de bienes primarios, esa vocación es ancestral y el presente requiere que a ellas, se incorporen acciones de mejoramiento, con valor agregado.

La historia reciente ha mostrado esos lazos de unión, de hermandad, de identidad y de solidaridad entre los pueblos; la creación, con espíritu visionario, de la Asociación de Municipios de la Provincia de Obando, durante la vigencia de las alcaldías populares, funcionó, aproximadamente, durante una década, generó beneficios en los municipios que la conformaron por el desarrollo de actividades donde se compartían, con civismo y compromiso: recursos, esfuerzos y necesidades, con la grata materialización de esos anhelos; allí el concepto social de la “minga” tuvo su magna expresión y concreción; pero esta loable iniciativa no tuvo la funcionalidad y continuidad con que se proyectó debido a factores que no es procedente analizar en este documento.

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Antiguo frontis de la iglesia de San Felipe, década del 60. En la edificación actual se evidencian los cambios en las torres y la fachada triangular. Antes de la adecuación “la Pola”, era escenario de amistosos y divertidos encuentros de fútbol: “le pegaban a la estatua” (Fotografía de Felipe Bravo Cabrera)

En la actualidad, se asiste a los procesos de negociación en el marco del Tratado de Libre Comercio, donde es preciso identificar productos que tengan posibilidades de acceso real a los mercados internacionales, lo cual a su vez, requiere un profundo conocimiento de la realidad económica y social de Ipiales y la región; eso requiere atender la llamada “Agenda interna” y la presencia oficial central es determinante para propiciar esos procesos productivos. Por esa razón cobra vigencia la exhortación para actuar con un criterio de equipo (Unidad territorial), acatando aspectos como: la planeación, la organización, la dirección y el liderazgo; de esa manera, el Plan de Desarrollo es un instrumento que viabiliza la gestión gubernamental, ligada a las expectativas del pueblo; así será posible avizorar una administración eficiente y efectiva.

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Algunos referentes que forman parte de los detalles de la historia, pero aquellos por sutiles que parezcan, su conocimiento ligado al cambio, conllevan a una revolución y estos al desarrollo. En la segunda mitad del siglo XIX Se abren nuevas vías para el comercio entre la costa y la sierra; en esa época se la vía a Barbacoas se consideraba una de las mejores; para retomar el referente ambiental la necesidad de operatividad del telégrafo, implicó la necesidad de postes y estos de eucaliptos (En Ipiales, en 1.880, se empezó su siembra y hoy prolifera) que generan efectos en el suelo y en el agua. En 1872, habían 9 colegios en el Estado Soberano del Cauca y de ellos 1 se ubicaba en Obando; en 1.886 llegan los Padres del Oratorio.

Quienes escriban la historia en lo sucesivo, tienen el reto o misión (con visión) de ser protagonistas, cada acción debe dejar la huella que marque el sendero para transitar; lo que ayer se gestó hoy torna más agradable la existencia; en la historia reciente, se tienen sucesos que inciden en la vida de los pueblos: la construcción del aeropuerto San Luis, inaugurado en 1940” .; el diseño y construcción del sistema de acueducto de Ipiales, en 1945; la pavimentación de sus calles entre 1946 y 1947, son testimonios de trabajo y desarrollo que vuelven a ser objeto de atención y ameritan soluciones participativas.

En los primeros años del siglo XX, se instalaron en Ipiales fábricas y negocios que fueron cimentando su actual estructura económica; algunas de esas iniciativas hoy señalan la ruta de trabajo y otras son referentes para considerar la reactivación con mejorados criterios: fábricas de botones, de medias, de textiles, de café, de gaseosas, son actividades que pueden ser objeto de iniciativas empresariales. Para resaltar algunas de esas iniciativas de personajes visionarios: en 1930 el egregio ecuatoriano, don Fernando Pérez Pallarez, instaló una fábrica de textiles, otra de gas y una planta de energía en Las Lajas, entre otras empresas, brindando empleo y desarrollo.

En la década del 40 llega Bavaria que reorienta la estructura productiva del agro ipialeño y del sur; un producto como la cebada que no formaba parte de la oferta agrícola entra a ser cultivada de manera intensiva; durante cinco décadas la empresa funciona demandando ese producto, incide en el comportamiento de otros sectores: comercio, transporte, servicios, etc.: e Ipiales adquiere connotaciones de ciudad. La adopción del modelo de desarrollo Neoliberal, permite la entrada de cebada y de otros productos agrícolas de países con ventajas competitivas y la actividad, local decae, con el consecuente cierre de la empresa. Desafortunadamente, las instalaciones tuvieron un destino diferente al que se pudo plantear y planear.

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En los años recientes, con la vigencia de las alcaldías de elección popular, al igual que los gobernadores, le ha permitido a los municipios y regiones del país, ser artífices de su propio desarrollo; a pesar de que los recursos que se generan en la política fiscal, son determinados desde el centro, el modelo descentralista continúa y le corresponde a quienes ostentan el poder ejecutivo, cumplir el objetivo social de servicio a la comunidad, haciendo un uso racional y óptimo de los recursos, de manera económica, oportuna, redistributiva y transparente.

La economía local, asimila el legado de los ancestros, se fundamenta en el sector agropecuario, seguida de la comercial, de transporte, micro industrial, microempresaria y artesanal, turística, de servicios, la economía informal, etc. Su situación de frontera con la República del Ecuador condiciona las actividades a las constantes variaciones de la economía del vecino país, lo cual se evidencia en las cíclicas recesiones generadas por los problemas cambiarios, como la devaluación del peso que genera un flujo masivo de clientes y turistas en Ipiales, con el agravante de que generan presiones en los precios y efectos inflacionarios.

El principio elemental de asumir la realidad como la el cambio permanente, signa el accionar humano a asumirlo como evolución; la Visión de la Administración Municipal es que “en el 2019, Ipiales será un municipio amable y bonito, que habrá derrotado el miedo y gozará de seguridad, ejemplo de cultura ciudadana, de óptimos servicios de salud y educación; que habrá superado el déficit de vivienda, estará bien equipado en su infraestructura, con total cobertura y calidad en los servicios de acueducto, alcantarillado, aseo y gas domiciliario; con vías en buenas condiciones; donde nuestros niños no tengan hambre, quieran jugar y les guste estudiar, y sus padres tengan trabajo digno y respondan por sus hogares; estará administrado por un equipo de hombres y mujeres de Ipiales, queden ejemplo de transparencia, compromiso, capacidad, buen trato y respeto; y se proyectará con planeación e innovación”.

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El cumplimiento de la misión implica el desarrollo de una “responsabilidad compartida por la ciudadanía, la academia, la empresa y la Administración Municipal”, el municipio de Ipiales, como ciudad región de frontera, requiere de acciones de liderazgo que “deben resaltar la cultura, los valores regionales, el sentido de pertenencia y la autoestima colectiva. Vamos a liderar desde el gobierno municipal la Unidad de Ipiales y la Provincia de Obando en un Plan Estratégico que guie la restauración de nuestro Municipio y el progreso de la región, con un propósito: ser la Capital del Sur”.

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El clamor ciudadano de retomar, el concepto armónico y funcional de Provincia, tiene asidero social, convencía económica y sustento constitucional. A los doce municipios originales se suma Funes, que aunque no forma parte de los que la conformaron, sí resulta evidente la afinidad con los pueblos del sur. Si se pretende acceder a un trabajo visionario, es menester avanzar en el proceso de organización territorial redefiniendo los linderos geográficos convencionales y asimilarlo como una confluencia de seres humanos, con las mismas expectativas de desarrollo y los mismos objetivos y necesidades por atender.


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Fecha de publicación 16/02/2017
Última modificación 02/08/2017